A la mayoría puede resultarle difícil y hasta tedioso, anotar los créditos de los alimentos que consumimos. Pero si comprendemos la importancia que tienen y el beneficio que nos representa a largo plazo, no dudaríamos un minuto en intentarlo. Antes considerábamos sólo las calorías de los alimentos, pero los créditos contemplan, además, las propiedades nutritivas de los mismos. Así puede verse cómo dos alimentos que pueden tener las mismas calorías, no proveen de igual manera los nutrientes necesarios. O no nos satisfacen en cantidad (y menos en calidad). Por eso es recomendable, aunque sea en forma gradual, leer sobre el tema, conocer los créditos de cada alimento, comparar los más saludables con los más perjudiciales e ir armando distintas opciones.
Pueden armarse listas de alimentos con pocos créditos, o una lista de todos los alimentos que conocemos o consumimos en orden alfabético, de esa forma pueden encontrarse más fácilmente.
Lo ideal sería anotarlos al lado de lo que consumimos en nuestro registro de comidas.
Si todavía no conocen cuál es la cantidad de créditos diarios que se deben consumir sólo necesitan realizar una simple cuenta: multiplicar el peso actual por 0.32.
Bueno, espero que todos, de a poquito podamos ponerlo en práctica.
Suerte!!
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